Problemáticas sociales

Los adolescentes bajo la lupa: Bullying

¿Cuántas veces has discriminado a alguien? ¿Cuántas veces  te han discriminado?

Podría asegurar que ambas respuestas son todo menos “ninguna”, al menos de tu boca para adentro.

Si alguna vez has respondido a una encuesta sobre discriminación, de seguro te encontraste con esos interrogantes. Quizás también te preguntaron qué tipo de discriminación era; por género, por edad, por raza, por religión, por características físicas…

¿Por qué discriminaste?

Porque envidiabas a esa persona, porque te había discriminado antes, porque te querías vengar, porque querías quedar bien con otra gente que también discriminaba, porque necesitas saberte superior a alguien haciéndolo sentir inferior. Nunca se sabe...

No podes imaginar la razón por la cual te están discriminando, ni el otro puede imaginar cómo te hace sentir realmente. Por eso estos actos pueden derivar en situaciones impensadas, sólo por el hecho de desconocer el estado del otro individuo.

¿Quién sabe si esa cicatriz tan extraña de la cual te burlás fue provocada por algo mucho más serio y trágico que un simple tropiezo? ¿O si ese rostro demacrado del cual te mofas con tus amigos por no ser “normal” como el tuyo, es producto de una enfermedad que ni quisieras saber de qué se trata?

No sabemos, todos somos ignorantes en algún aspecto. Tan ignorantes de la vida del otro como del dolor que causamos. También somos tan duros como para atrevernos a hablar de cómo nos lastiman, mucho más para hacerle saber a aquel que nos daña, todo el sufrimiento que causa.

Porque que te de lo mismo lo que digan de vos, no significa que al otro también. No somos TAN semejantes.

El bullying, el acoso escolar es un tema que nos concierne a todos. Ahora, hay tres formas en la cual estamos involucrados: somos los acosadores, los acosados, o los testigos. En cualquier momento de tu vida, el más ínfimo, has ocupado alguno de esos lugares. En menor o mayor medida que lo veas, no podes imaginar de qué manera tü comportamiento afecta al otro.

Lo ves en la escuela, en el club, en el barrio, en la televisión… Muchas más veces de las que podes llegar a ver alguiën intentando detenerlo.

¿Los medios de comunicación están en contra del bullying?

Veamos por ejemplo: ¿Cuántas horas a la semana ves Discovery Channel, History Channel, Encuentro,…? ¿Cuántas horas a la semana ves Gran Hermano, Show match, Bailando Por Un Sueño, Infama?

Probablemente te parecerán más entretenidos los últimos cuatro, que no sólo no están para nada en contra de la discriminación, sino que la fomentan. La gente se divierte de ver peleas, discusiones, tal como lo hacen diariamente con la gente que se encuentra a su alrededor. Por eso es que existen estos programas televisivos.

Los medios masivos de comunicación fomentan estas agresiones, por lo que resulta inevitable que la gente esté en contacto con los mismos.

La motivación al acoso puede estar dada por muchos factores como se dijo anteriormente, con distintos objetivos y derivar en diferentes situaciones. Tanto por el simple hecho de molestar, o por envidia, celos, venganza, o para extorsionar al sujeto con el objetivo de obtener algo del mismo, todos son bullying.

Se han llegado a casos tan extremos donde las víctimas han llegado a quitarse la vida para no tener que soportar más tanto maltrato. Se supone que uno no se da cuenta de lo que puede llegar a provocar pero, ¿no ha sucedido demasiadas veces esto como para que sigamos pensando que la otra persona se va a quedar sentada sin decir nada, o que no va a sufrir o llorar? Sigue sin importar porque a nuestro alrededor vemos que la gente trata a quien tiene en frente sin cuidado. Quizás ser maltratado en la casa, o en el barrio, o en la escuela es lo que lleva a acosar a la gente de otros ámbitos. Es como un ciclo que se repite, pero está en cada uno de nosotros detenerlo. Muchas veces quedan marcas y heridas en las personas, que lo distinguen de por vida, en lo físico, en su personalidad, en su carácter…

A veces los adultos no se dan cuenta de cuando el bullying se está dando en la escuela, ni siquiera en la familia. El temor que invade a la víctima es tan grande que prefiere no compartir su dolor con alguien y lo esconde. En la casa pueden no darse cuenta de que algo anda mal en la vida del hijo, o pueden detectar algún problema, pero no el origen. Esto también es una responsabilidad del acosado, el no contar lo que le sucede e intentar impedir que exista, tanto para él como para cualquier otra víctima de su acosador. O siquiera hablar de lo que lo hiere con alguien cercano para que sepa por qué sufre. Pero a veces el pánico que genera la posibilidad de una próxima extorsión por haber compartido su experiencia a alguien mayor impide que pueda abrirse a alguien, siendo el bullying una especie de relación que se da entre la víctima y el victimario donde ninguno de los dos la expone, cual secreto.

Tanto los golpes como las palabras duelen. Por eso es deber de todos nosotros detener estos actos discriminatorios y abusivos para que la juventud y también los no tan jóvenes no sufran por lo que no deberían.

Por Camila Arias. 2do 3ra PByS.